"La vida es simple -decía- porque la lucha es simple.
El buen luchador retrocede pero no abandona. Se doblega, pero no renuncia. Si lo imposible se levanta ante él, se desvía y va más lejos. Si le falta el aliento, descansa y espera. Si es puesto fuera de combate, anima a sus hermanos con la palabra y su presencia. Y hasta cuado todo parece derrumbarse ante él, la desesperación nunca le afectará."
Pierre de Coubertin (fundador de los Juegos Olimpicos Modernos)